A Capello se le pone de cara el cambio de ciclo

Fabio Capello ya manda en el Real Madrid más que el presidente, Ramón Calderón, quien le deja hacer a su antojo. El entrenador italiano consiguió que el presidente electo le fichara a "sus" jugadores Cannavaro y Emerson. También logró el transalpino los fichajes de Diarra y Van Nistelrooy, que quería a toda costa a pesar de que contaba en el equipo con jugadores que juegan en sus posiciones (Pablo García, Javi García, De la Red, Cassano, Portillo, Soldado, ...). De esta forma tenía el equipo que quería, pero todo se le fue de las manos y los resultados al final no han llegado como él esperaba. En enero decidieron fichar a Gago, Higuaín y Marcelo, de los que se espera que sean el motor de los merengues los próximos años.
Al final se va a deshacer de Cassano, al que al principio de temporada puso a jugar bastantes minutos; y de Ronaldo, al que no ha dado ninguna oportunidad de demostrar que se había recuperado y que le echa porque no le gusta para su estilo de juego porque no defiende. David Beckham se va a ir del club por la puerta de atrás porque Capello no le va a dejar jugar simplemente porque ya ha anunciado que el año que viene se va a jugar a EEUU. Ahora, Roberto Carlos, Raúl y Emerson se han lesionado lo que le "obligaba" ayer a poner a los más jóvenes del equipo y que hizo ver como existe algo más allá de las vacas sagradas. El italiano pudo apreciar que hay vida después de los veteranos.

Ayer jugaron juntos: Casillas (25 años), Torres (20), Helguera (31), Cannavaro (32), Raúl Bravo (25), Reyes (23), Diarra (25), Gago (20), Raúl (29), Higuaín (19) y Van Nistelrooy (30). Pero Rául se lesionó y tuvo que ser sustituído por Robinho (22). Si consideramos que en próximos partidos podría jugar Sergio Ramos por alguno de los centrales nos encontraríamos con un conjunto bastante joven (media aproximadamente de 23 años). Además, hay que ver como regresan Marcelo (18) y Cicinho (26), que pueden ayudar bastante al equipo.

En definitiva, que Capello ya no tiene excusa para hacer el cambio generacional que no se atrevió a hacer durante la pretemporada. Los aficionados blancos esperarán que los cambios se hayan realizado a tiempo y que no sea demasiado tarde.