Gracias por el respeto

Pues si, gracias. El domingo pasado me tocó pitar en Alpedrete a unas horas la verdad poco apetecibles: 9:20 y 10:20. Tampoco había mucha gente de los equipos ya que era el día del señor y la gente necesita descansar para coger con fuerza la semana.

El primer partido estuvo igualado hasta los últimos diez minutos cuando se rompió del todo, la verdad es que había algún jugador que protestaba pero poca cosa, se impuso el fair play y nadie terminó fuera de sus casillas. Los del primer partido se comportaron.

Pero es que los del segundo partido ya fue algo extraordinario. Ni una queja salvo al final, pero ni un reproche ni una palabra y todo lo comentado con total respeto y serenidad. Ni una salida de tono. Al final se complicó un poco la cosa porque, básicamente porque los jugadores no se saben bien las reglas del deporte que están jugando, pero no pasó a mayores. Incluso tuve que expulsar a dos jugadores de un equipo, el que ganó, que sabían perfectamente porque los expulsaba y no hicieron ningún comentario, ni ellos ni ninguno de sus compañeros. Sabían perfectamente que los expulse por aplicar el reglamento y que no podía hacer nada. Es más, al primero que expulse lo sentí de veras porque lo tuve que sacar roja directa debido al cambio de normativa en el fútbol sala, que dice que evitar un gol con la mano es roja directa cuando antes era simplemente amarilla.

Al final del partido lo comenté con el mesa y decía que parece que estamos cambiando la actitud de la gente y que en algunos partidos hay un buen rollo fuera de lo normal. Esperemos que sea así, pero hasta entonces GRACIAS a aquellos que respetan a los árbitros.